El criquet, un deporte olvidado en el tiempo
La práctica de esta actividad está dejada de lado en nuestra
ciudad y únicamente en el club Plaza Jewell se lo promueve
Por Ariaca, María Sol / Basualdo, Jimena / Fiocca, Marina / Venegas, Rodolfo
Uno de los deportes menos conocidos y practicados en Argentina es el críquet. Este particular juego es característico principalmente de su país de origen, Inglaterra y su práctica en nuestro país se remonta al año 1867, fecha de fundación del Rosario críquet Club y lugar donde un grupo de inmigrantes ingleses se encargaron de dar a conocer este deporte.
Actualmente, esa misma institución pero con el nombre de Club Atlético del Rosario (CAR) es la única entidad la cual adapta la práctica este deporte dentro de la ciudad, y esto se debe principalmente a las raíces netamente inglesas de la cuales provienen ambos.
Desde sus comienzos, el críquet tuvo un rol fundamental en el proceso de formación y orden de la vida deportiva nacional debido a que se lo considera madre de varios deportes y fundador de los dos primeros clubes argentinos y de toda Sudamérica, tales como el Buenos Aires críquet y Rugby Club (BACC) y el CAR.
Dentro del críquet nacional el acontecimiento más legendario es el encuentro que enfrenta a los combinados del Norte y del Sur. Este cotejo anual se disputa casi regularmente desde 1891 y destaca por ser uno de los eventos deportivos más viejos del país.
La cancha del BACC, en ese entonces ubicada en los bosques de Palermo, fue la sede de la primera edición oficial de esta tradicional disputa entre estos dos polos. Desde sus comienzos, esta competencia integró también jugadores del CAR, los cuales en su mayoría representan al combinado del Sur.
Sin embargo, este enfrentamiento tuvo un declive en la época de la Segunda Guerra Mundial, cuando varios jugadores ingleses tuvieron que viajar hacia su país para combatir. A partir de ese momento se temió a que el deporte deje de ser practicado debido a que clubes como CASI, CAR Y BACC dejaron de lado la actividad por la falta de interés de sus socios que concentraron toda su atención en el rugby y el hockey.
No obstante, durante la década del 70 se observó un leve repunte en el nivel de juego, en especial en el interior, que ayudó para que el ya tradicional partido se mantuviera en pie. A partir de ese momento, la Asociación del Críquet Argentino (ACA) comenzó un intenso trabajo en las divisiones inferiores para que la calidad del juego se incrementara y se aproximara a la que hubo en comienzos del siglo XX.
Tal como lo muestra su historia, desde sus comienzos, el críquet fue un pasatiempo únicamente a cargo de las elites, y sin dudas que esta tradición se fue trasmitiendo a través del tiempo impidiendo la masividad por los altos costos de los elementos de juego. Respecto a esto, el ex jugador de críquet y periodista Gastón Doval expresó: “El factor económico es el principal impedimento pero en Plaza Jewel pueden practicar chicos con profesores que han recorrido el mundo con el críquet. Y agregó: “Hay que meterle a los chicos que es una alternativa nueva y que es una nueva opción a través de profesores, mucho de ellos que lo han practicado a nivel internacional”.
En la actualidad el entrenamiento en este deporte comienza como la gran mayoría de ellos, entre los 6 u 8 años. En referencia a esto, el ex integrante del seleccionado nacional de críquet sub 19 y sub 21 Iván Longarini declaró que los chicos se acercan a practicar este deporte desde los 7 años sin límite de edad y que lo más importante es que desde un comienzo se diviertan y adquieran los conocimientos básicos.
En cuanto a lo que debe desarrollar un chico que juega al críquet el entrenador dijo que mas que nada pasa por un tema de aptitudes básicas que puede llegar a tener un chico de esa edad, que pueden ser físico y motoras, y que eso a través del juego lo van a ir desarrollando cada vez más y metiéndose así en el críquet.
La práctica de este deporte se realiza en espacios abiertos con dimensiones y juego muy similares a las del béisbol, ya que para jugar se necesitan pelotas y patchs muy parecidos, además de la protección reglamentaria. El costo de estos elementos indispensables para el juego son sin dudas una de las causas que imposibilitan la práctica masiva de este deporte.
Respecto al momento que está atravesando el críquet el integrante del departamento del deportes del Club Atlético del Rosario Rogelio Martinez Zinny declaró: “Es cierto que tenemos medio olvidado al críquet en nuestro club, es que la actual situación económica nos tiene a mal traer. Es un deporte que nos requiere un alto grado de ingresos para poder mantenerlo, y que los chicos lo practiquen se hace cuesta arriba”.
Esto último reafirma una conclusión previsible, la cual parte de que la práctica de críquet está olvidada por los altos costos que requiere el deporte y por el interés de los chicos hacia los deportes clásicos tales como el fútbol, rugby y hockey entre otros.
La práctica de esta actividad está dejada de lado en nuestra
ciudad y únicamente en el club Plaza Jewell se lo promueve
Por Ariaca, María Sol / Basualdo, Jimena / Fiocca, Marina / Venegas, Rodolfo
Uno de los deportes menos conocidos y practicados en Argentina es el críquet. Este particular juego es característico principalmente de su país de origen, Inglaterra y su práctica en nuestro país se remonta al año 1867, fecha de fundación del Rosario críquet Club y lugar donde un grupo de inmigrantes ingleses se encargaron de dar a conocer este deporte.
Actualmente, esa misma institución pero con el nombre de Club Atlético del Rosario (CAR) es la única entidad la cual adapta la práctica este deporte dentro de la ciudad, y esto se debe principalmente a las raíces netamente inglesas de la cuales provienen ambos.
Desde sus comienzos, el críquet tuvo un rol fundamental en el proceso de formación y orden de la vida deportiva nacional debido a que se lo considera madre de varios deportes y fundador de los dos primeros clubes argentinos y de toda Sudamérica, tales como el Buenos Aires críquet y Rugby Club (BACC) y el CAR.
Dentro del críquet nacional el acontecimiento más legendario es el encuentro que enfrenta a los combinados del Norte y del Sur. Este cotejo anual se disputa casi regularmente desde 1891 y destaca por ser uno de los eventos deportivos más viejos del país.
La cancha del BACC, en ese entonces ubicada en los bosques de Palermo, fue la sede de la primera edición oficial de esta tradicional disputa entre estos dos polos. Desde sus comienzos, esta competencia integró también jugadores del CAR, los cuales en su mayoría representan al combinado del Sur.
Sin embargo, este enfrentamiento tuvo un declive en la época de la Segunda Guerra Mundial, cuando varios jugadores ingleses tuvieron que viajar hacia su país para combatir. A partir de ese momento se temió a que el deporte deje de ser practicado debido a que clubes como CASI, CAR Y BACC dejaron de lado la actividad por la falta de interés de sus socios que concentraron toda su atención en el rugby y el hockey.
No obstante, durante la década del 70 se observó un leve repunte en el nivel de juego, en especial en el interior, que ayudó para que el ya tradicional partido se mantuviera en pie. A partir de ese momento, la Asociación del Críquet Argentino (ACA) comenzó un intenso trabajo en las divisiones inferiores para que la calidad del juego se incrementara y se aproximara a la que hubo en comienzos del siglo XX.
Tal como lo muestra su historia, desde sus comienzos, el críquet fue un pasatiempo únicamente a cargo de las elites, y sin dudas que esta tradición se fue trasmitiendo a través del tiempo impidiendo la masividad por los altos costos de los elementos de juego. Respecto a esto, el ex jugador de críquet y periodista Gastón Doval expresó: “El factor económico es el principal impedimento pero en Plaza Jewel pueden practicar chicos con profesores que han recorrido el mundo con el críquet. Y agregó: “Hay que meterle a los chicos que es una alternativa nueva y que es una nueva opción a través de profesores, mucho de ellos que lo han practicado a nivel internacional”.
En la actualidad el entrenamiento en este deporte comienza como la gran mayoría de ellos, entre los 6 u 8 años. En referencia a esto, el ex integrante del seleccionado nacional de críquet sub 19 y sub 21 Iván Longarini declaró que los chicos se acercan a practicar este deporte desde los 7 años sin límite de edad y que lo más importante es que desde un comienzo se diviertan y adquieran los conocimientos básicos.
En cuanto a lo que debe desarrollar un chico que juega al críquet el entrenador dijo que mas que nada pasa por un tema de aptitudes básicas que puede llegar a tener un chico de esa edad, que pueden ser físico y motoras, y que eso a través del juego lo van a ir desarrollando cada vez más y metiéndose así en el críquet.
La práctica de este deporte se realiza en espacios abiertos con dimensiones y juego muy similares a las del béisbol, ya que para jugar se necesitan pelotas y patchs muy parecidos, además de la protección reglamentaria. El costo de estos elementos indispensables para el juego son sin dudas una de las causas que imposibilitan la práctica masiva de este deporte.
Respecto al momento que está atravesando el críquet el integrante del departamento del deportes del Club Atlético del Rosario Rogelio Martinez Zinny declaró: “Es cierto que tenemos medio olvidado al críquet en nuestro club, es que la actual situación económica nos tiene a mal traer. Es un deporte que nos requiere un alto grado de ingresos para poder mantenerlo, y que los chicos lo practiquen se hace cuesta arriba”.
Esto último reafirma una conclusión previsible, la cual parte de que la práctica de críquet está olvidada por los altos costos que requiere el deporte y por el interés de los chicos hacia los deportes clásicos tales como el fútbol, rugby y hockey entre otros.